Uff, el autobús urbano, suponía para mi un miedo importante ya que no pensaba que mi aparato cupiera dentro, lo que me colocaba en la posición de tener que llegar a la parada tirando de brazos, cosa que empieza a ser algo más que complicado.
Cuan fue mi sorpresa cuando comprobé que nada más subir me encuentro con un tremendo sitio preparado para discapacitados y aún más importante, para carros de bebés. Debo decir que como es lógico, el mundo está hecho por gente normal, para gente normal. Pero el hecho de que existan carritos de niños, nos ofrece una gran ventaja, ya que las habilitaciones que se hacen para las mamás y papás con sus bebés (gente normal), nos vienen realmente bien.
En definitiva, he descubierto en el autobús urbano, otro gran aliado en mi constante búsqueda de independencia y autonomía. A continuación os subo unos vídeos en que muestro un poco de las tres fases principales en mi viaje en autobús; montar, trayecto y bajar.
Subida a autobús urbano entro y quepo perfecto:
Trayecto en autobús urbano:
Bajando de autobús urbano sin problema: