En esta ocasión, cubiertas

Otra de las ayudas técnicas que suelo necesitar con cierta frecuencia, es el cambio de la cubierta de mi handbike. Y como para tantas otras cosas, tengo buscado un sitio donde se ocupan de ello, este es “La bicicleta”. Creo que se trata de una franquicia de tiendas de bicicletas, porque otra de las ventajas que tiene mi batec (este modelo en concreto), es que la medida de la rueda (20”) permite encontrar cubiertas de bicicleta, lo digo porque hay otros modelos, y todas las demás marcas que conozco, que calzan una medida más pequeña de tal forma que es difícil encontrar las cubiertas que no sean de la propia marca, lo que generalmente encarece el producto.

Esta frecuencia de la que hablo, se debe principalmente, a que la tracción lógicamente delantera, ofrece una respuesta demasiado inmediata, debería ser un poco más suave. De hecho en la rueda encontramos un lastre a cada lado de dos kilos y medio, sumando cinco kilos, intentando que empuje más contra el suelo, precisamente para evitar que se desgaste de cubiertas, yo como podréis ver en los vídeos, le he añadido más lastre todavía colocando una mochila en el portaequipajes, donde he introducido dos discos de mancuernas, de cinco kilos cada una para que diez kilos más empuje en la rueda contra el suelo, lo que consigue evitar muchos patinajes de la rueda alargando la vida de la cubierta bastante.

Acabe encontrando esta tienda tras un largo periplo de mil tiendas diferentes, casi siempre de bicicletas, ya que lleva un sistema un poco complejo, que te obliga a tocar frenos para poder sacar la rueda, cosa necesaria para cambiar la cubierta. Todo esto hace que un simple cambio de cubierta, obliga al mecánico en cuestión a dedicar demasiado tiempo para algo que es tan poca cosa. Encima el resultado final tocando los frenos, no siempre es muy satisfactorio, cosa que se nota mucho en la conducción. Así que cuando encontré a alguien que me lo dejaba muy bien, siendo además un profesional treméndamente metódico y muy agradable al trato, lo vi muy claro y se convirtió en otro de mis mecánicos de confianza

Penúltimo día de playita

Aquí gravé lo que yo pensaba sería mi último día, en realidad sí que fue el último día de bañarme en la playa, a pesar de ir al día siguiente, pero que pasó lo contaré en otro post.

En este último día de baño playero, me animé a bajarme del anfibio, en un par de ocasiones, ambas más o menos documentadas. Digo esto porque la primera vez, a la hora de volver a montar, parece ser que el cámara dejó de enfocar para ayudarme a subir, con lo que parte del vídeo sólo se escucha.

La siguiente vez que baje fue para hacer una foto en familia, salió estupenda, incluso parece que estoy de pie por mis medios.

Quitando la cena, repito un poco las secuencias, es decir, bajo el agua, me baño, me suben, manguerazo y final, con la novedad de bajarme del anfibio. Intento enrollarme menos, que si no pierdo mucho tiempo y tengo muchos videos que subir, al final
se me acumulan por poner tanto al texto.

Cuarto día de baño, nuevo fichaje

La verdad es que no sé muy bien qué pasó este día. Digo esto porque buscando en todas las grabaciones que hice en la playa, apenas he encontrado vídeos este día diecisiete.

Encontrareis tres vídeos en este bloque, la novedad que se puede ver en ellos, es la aparición de un nuevo miembro en este equipo de gente dispuesta a echarme una mano, a mis amiguetes Choche y Jose Juan, se les une Luisfo, formando la C J L. Este es mi temible tridente de ataque, no dejando atrás al resto del equipo formado por sus esposas e hijos, sin olvidar por supuesto a mi mujer e hijas.

Vamos, que al final todo esto ha sido posible, o por lo menos mucho más fácil, gracias a todos ellos. En realidad, sí es gracias a todos ellos haberlo hecho ASÍ, porque sin su ayuda, habría sido posible una parte de todo, pero como es lógico, no habría podido ser igual.

Para terminar, en el último vídeo, podréis notar como es cada vez más fácil cualquiera de las operaciones que hacemos con el anfibio, se observa claramente cómo nos acostumbramos rápidamente al funcionamiento de todo esto.

Tercer día de playa

Esta es una buena definición de lo que fue el día, ya que sorprendentemente hacía tanto viento que no pudimos aguantar debido al frío, tuvimos que irnos.

En los primeros vídeos se ve cómo voy a la farmacia con Belén en mis piernas. La principal novedad de estos vídeos, es que le colocó a Belén la cámara de acción en la cabeza, de tal manera que convertimos esto en mi mundo en silla desde el punto de vista de una niña de tres años y medio, ya que ella mira a donde le parece.
Y vamos a la farmacia buscando apósitos hidrocoloides, me explico, en mi nueva configuración con una talla vesical, me pongo un tapón para bañarme, y lo mejor para disimular el aparato que me sale del bajo vientre, son estos apósitos. Son como una segunda piel, parecido a lo de las ampollas, pero en color carne, de tal manera que hace casi invisible lo que esté debajo de dicho apósito.

En los siguientes vídeos vemos un poco de playa, pero poca, que nos fuimos huyendo del frío. Y por último la llegada a los apartamentos, desde dos puntos de vista, el mío con la cámara en la cabeza, y el de Marta con el teléfono.

El segundo día de baño

Aquí os enseñó un poco como fue el segundo día en que, con un vehículo anfibio, y la ayuda de Marta, JJ y Choche. Nos metíamos en el agua. Hay un problema de sonido importante.


La cosa es que cuando metía la cámara en una funda, para protegerla de la arena y eso, no se escucha lo que digo, ni lo que dice la gente. De todas formas, a pesar de no entenderse nada, he subido vídeos que valía la pena, aunque sólo fuera por las imágenes, probablemente me ayudarán con ello y pondremos música a muchos de los vídeos con muy mal audio.

En este bloque de vídeos, he incluido alguno, para que se vea lo bien montado que están estos accesos para discapacitados, como el de los chorros para los pies.

El último de los vídeos, muestra un poco de normalidad vacacional, quedando con los amigos para la cena a la entrada al centro comercial. Hablo de esta normalidad, asemejándome a cualquier otro turista sin silla de ruedas, que queda con los amiguetes en las vacaciones. Un poco en la línea de mis intenciones para este bloque, básicamente demostrar que aún con la silla me voy de viaje y puedo disfrutar de ello como cualquiera, incluso mejor en ocasiones, ya que mi situación, en estas cosas, suele dar lugar a rocambolescos episodios, así que…

Primera vez que pido el anfibio

Coloco en este apartado por separado estos dos vídeos, en los que muestro el primer contacto real con el vehículo anfibio. Aquí enseño la primera vez en la que hago la transferencia desde mi silla y con la constante y necesaria ayuda de mi amigo José Juan (mil gracias), nos vamos a la orilla alabando las virtudes de este aparatito.

Creo que también se ve bastante bien el puesto donde cogíamos todos los días el anfibio, y aparece alguno de los (socorristas creo) que están a cargo de ellos e iré mostrando con los diferentes vídeos, que se portaron estupendamente y me ayudaron en todo momento (mil gracias).

Con esto de las mil gracias, recuerdo que debo especial agradecimiento a mis amigos José Juan, Luisfo y Choche, sin los que no se si hubiera sido posible todo esto, pero seguro habría sido infinitamente más complicado, y sin duda alguna muchísimo menos divertido. Hemos tenido mucha suerte al poder estar con ellos en la playa.

También incluyo otro vídeo, el del primer manguerazo de vuelta, es que era más complicado meterme en una de las duchas de la salida, que enchufarme con la manguera del puesto, en fin…

Primer baño con vehículo anfibio

Yo diría que aquí empieza lo realmente divertido, amén de curioso. Me explico, en esta playa, en los accesos indicados para minusválidos, tienen unas casetas nada más entrar, con unos cuantos chavales muy majetes (los veréis cada día). En estas casetas disponen de los típicos vehículos anfibios, de colores llamativos, que como podréis ver son realmente útiles, para que alguien como yo llegue a la orilla y incluso se bañe.

Debo decir que hacía tiempo que no me bañaba en la playa. Y claro hacía tiempo que no me acercaba ni a la orilla, siendo mis viajes a la playa un enorme motivo de frustración. No se cómo expresar mi tremenda satisfacción con estos vehículos, estoy encantado, emocionado, sorprendido, fascinado… . En definitiva, estoy encantado porque este charrito ha cambiado mi manera de ver un viaje a la playa.

Yo siempre había pensado que estos vehículos, eran aportados por la cruz roja. Pero según tengo entendido, en este caso concreto, éstos han sido comprados por la mancomunidad de Islantilla. No tienen ningún coste, podrían ser de alquiler. La única limitación es de tiempo, suponiendo que exista otro usuario que lo solicite, uno dispone de el durante una hora y si alguien lo reclama, tras tu hora tienes que cedérselo.

Ahora bien, en esta semana, sólo hubo un día en que no estaba, ya que no tenía otro discapacitado. Ningún problema, ya que tienen uno de adulto y otro de niños, como yo soy muy poca cosa, ese día opte por coger el vehículo infantil, pero esto ya lo mostraré que está documentado.

En definitiva, como he dicho. Para mí ha supuesto un cambio importante en cuanto a mí percepción de lo que es la playa. Y para quien lo necesite, puede ser el motivo que le empuje a hacer este tipo de viaje, eso espero.

Me queda solamente dar un montón de gracias a todos estos chicos que trabajan aquí y conmigo se han portado de una forma fabulosa, me quitó el sombrero y chapo para ellos, otro motivo más.

Primer día con las niñas de vacaciones para mi

Me explico. Estamos en la primera quincena de julio, lógicamente hay vacaciones para las niñas. En esta primera quincena. Las pequeñas iban a ir a un campus de verano, vamos prácticamente lo mismo que el cole. Se tendrían que levantar temprano e ir a lo que hacen en colegio, básicamente jugar.

Aquí es donde se me enciende la bombilla y planteó que las niñas se queden en casa con su Padre estas dos semanas, ya que mi madre se ofrece a venir estos diez días para ayudar, lo que sumado a que quien nos ayuda en casa, también está dispuesta a quedarse un rato más. Voila, mi mujer está de acuerdo, y el resultado es que puedo pasar con las niñas las mañanas (que es cuando funciono mejor) de esta quincena, a no ser que tenga que hacer algo y ellas estarían atendidas perfectamente, así que es perfecto.

A continuación pongo unos vídeos de este primer día, en que empiezan mis vacaciones disfrutando de los pollitos. Primero pongo un vídeo sacando al perro con una de ellas, de tal forma que la otra viene conmigo a lo que ellas llaman mi cole de mayores, que es el centro donde recibo mis terapias (COCEMFE). Y aquí están mis seños (mis terapeutas), a las que ya conocen, pero por supuesto no recuerdan.

Esta rutina debe rotar y en efecto es cambiada los días posteriores de tal forma que cada día una viene conmigo a pasear a Flavio, mientras la otra obtiene algún beneficio a cambio como venir a comprar conmigo al super.

Teniendo en cuenta que, durante el curso, pasan la mañana en el cole y por las tardes yo estoy fundido, para mí esto son dos grandes semanas de disfrutar de las niñas en mi mejor versión.

Más compra en silla de ruedas

En esta ocasión, me dispongo a grabar con mi cámara en la cabeza, de tal manera que se ve mucho mejor como hago todas las cositas que se supone no puedo hacer desde mi silla, prrrfff, debo añadir además que los supermercados al igual que los centros comerciales y aeropuertos son los sitios más cómodos para rodar con la silla, ya que suelen ser anchos y con suelos muy lisitos.

También añado una salida con niña encima grabada desde mi cámara y desde un móvil por Marta. No coincide ni en las fechas pero por lo menos es en el mismo supermercado (El de enfrente de casa).

Voy a inventarme la fecha, para que este más arriba en la página, porque en realidad es un video de marzo y le pondré fecha de finales de junio.