Un día estupendo entre amigos en el Parque de Atracciones de Madrid subiendo a una montaña rusa con uno de mis amigos:
Cumple de Leo
Aquí os enseñó la celebración del cumpleaños de un amiguete, somos muchos del 79, así que cumplimos los 40, este amigo lo celebró en un bar llamado leyendas del rock, allí fuimos unos cuantos, hasta el de la silla, que aunque había un escalón, no hubo ningún problema con tanta gente dispuesta a ayudarme (podéis ver cómo cargan conmigo). Estupenda fiesta, gran día.
Penúltimo día de playita
Aquí gravé lo que yo pensaba sería mi último día, en realidad sí que fue el último día de bañarme en la playa, a pesar de ir al día siguiente, pero que pasó lo contaré en otro post.
En este último día de baño playero, me animé a bajarme del anfibio, en un par de ocasiones, ambas más o menos documentadas. Digo esto porque la primera vez, a la hora de volver a montar, parece ser que el cámara dejó de enfocar para ayudarme a subir, con lo que parte del vídeo sólo se escucha.
La siguiente vez que baje fue para hacer una foto en familia, salió estupenda, incluso parece que estoy de pie por mis medios.
Quitando la cena, repito un poco las secuencias, es decir, bajo el agua, me baño, me suben, manguerazo y final, con la novedad de bajarme del anfibio. Intento enrollarme menos, que si no pierdo mucho tiempo y tengo muchos videos que subir, al final
se me acumulan por poner tanto al texto.
Curioso comienzo y final del quinto día de playa
Las curiosidades de este quinto día comienzan por mi llegada al puesto donde me cedían el anfibio; por primera vez en estos cinco días, me encuentro con que el anfibio de siempre, lo había solicitado otra persona. Pero, todos los días me fijaba que había otro de estos vehículos, pero más pequeño, al lado de el de siempre. Ante esta situación les pregunté por él. Resultaba tratarse de un anfibio infantil, que como ya he dicho era más pequeño, bueno en realidad bastante más pequeño. Rápidamente les dije que yo era muy poquita cosa y que entraba seguro en este aparatito, no sólo mantuve que yo cabía ahí, sino que además podía grabar unos vídeos muy graciosos allí dentro. Así que dicho y hecho, a pesar de algún problemilla con el tamaño y eso, entre perfectamente y nos echamos unas risas.
Los vídeos siguientes, en mi afán por demostrar mi perfecta capacidad para irme de vacaciones, muestran parte del gran paseo (con niños) que nos damos para ir a cenar, recorriendo el paseo marítimo, dirección a el pueblo de al lado. Y la posterior vuelta, con Belén encima de mis piernas. En fin un poco de charleta un poco chorra, encontrándonos con la segunda curiosidad del día.
En los últimos tres vídeos, muestro esta historia inesperada. La cosa es que dirección al castillo hinchable al que querían ir los niños, escuchamos música alta y vimos una pequeña aglomeración de gente en medio del paseo marítimo. Nos acercamos encontrando un grupo de artistas callejeros, los cuales hacían un espectacular show de baile y equilibrismo muy interesante y recomendable. Así que eso os recomiendo ver completos los tres vídeos.
Cuarto día de baño, nuevo fichaje
La verdad es que no sé muy bien qué pasó este día. Digo esto porque buscando en todas las grabaciones que hice en la playa, apenas he encontrado vídeos este día diecisiete.
Encontrareis tres vídeos en este bloque, la novedad que se puede ver en ellos, es la aparición de un nuevo miembro en este equipo de gente dispuesta a echarme una mano, a mis amiguetes Choche y Jose Juan, se les une Luisfo, formando la C J L. Este es mi temible tridente de ataque, no dejando atrás al resto del equipo formado por sus esposas e hijos, sin olvidar por supuesto a mi mujer e hijas.
Vamos, que al final todo esto ha sido posible, o por lo menos mucho más fácil, gracias a todos ellos. En realidad, sí es gracias a todos ellos haberlo hecho ASÍ, porque sin su ayuda, habría sido posible una parte de todo, pero como es lógico, no habría podido ser igual.
Para terminar, en el último vídeo, podréis notar como es cada vez más fácil cualquiera de las operaciones que hacemos con el anfibio, se observa claramente cómo nos acostumbramos rápidamente al funcionamiento de todo esto.
Tercer día de playa
Esta es una buena definición de lo que fue el día, ya que sorprendentemente hacía tanto viento que no pudimos aguantar debido al frío, tuvimos que irnos.
En los primeros vídeos se ve cómo voy a la farmacia con Belén en mis piernas. La principal novedad de estos vídeos, es que le colocó a Belén la cámara de acción en la cabeza, de tal manera que convertimos esto en mi mundo en silla desde el punto de vista de una niña de tres años y medio, ya que ella mira a donde le parece.
Y vamos a la farmacia buscando apósitos hidrocoloides, me explico, en mi nueva configuración con una talla vesical, me pongo un tapón para bañarme, y lo mejor para disimular el aparato que me sale del bajo vientre, son estos apósitos. Son como una segunda piel, parecido a lo de las ampollas, pero en color carne, de tal manera que hace casi invisible lo que esté debajo de dicho apósito.
En los siguientes vídeos vemos un poco de playa, pero poca, que nos fuimos huyendo del frío. Y por último la llegada a los apartamentos, desde dos puntos de vista, el mío con la cámara en la cabeza, y el de Marta con el teléfono.
El segundo día de baño
Aquí os enseñó un poco como fue el segundo día en que, con un vehículo anfibio, y la ayuda de Marta, JJ y Choche. Nos metíamos en el agua. Hay un problema de sonido importante.
La cosa es que cuando metía la cámara en una funda, para protegerla de la arena y eso, no se escucha lo que digo, ni lo que dice la gente. De todas formas, a pesar de no entenderse nada, he subido vídeos que valía la pena, aunque sólo fuera por las imágenes, probablemente me ayudarán con ello y pondremos música a muchos de los vídeos con muy mal audio.
En este bloque de vídeos, he incluido alguno, para que se vea lo bien montado que están estos accesos para discapacitados, como el de los chorros para los pies.
El último de los vídeos, muestra un poco de normalidad vacacional, quedando con los amigos para la cena a la entrada al centro comercial. Hablo de esta normalidad, asemejándome a cualquier otro turista sin silla de ruedas, que queda con los amiguetes en las vacaciones. Un poco en la línea de mis intenciones para este bloque, básicamente demostrar que aún con la silla me voy de viaje y puedo disfrutar de ello como cualquiera, incluso mejor en ocasiones, ya que mi situación, en estas cosas, suele dar lugar a rocambolescos episodios, así que…
Primera vez que pido el anfibio
Coloco en este apartado por separado estos dos vídeos, en los que muestro el primer contacto real con el vehículo anfibio. Aquí enseño la primera vez en la que hago la transferencia desde mi silla y con la constante y necesaria ayuda de mi amigo José Juan (mil gracias), nos vamos a la orilla alabando las virtudes de este aparatito.
Creo que también se ve bastante bien el puesto donde cogíamos todos los días el anfibio, y aparece alguno de los (socorristas creo) que están a cargo de ellos e iré mostrando con los diferentes vídeos, que se portaron estupendamente y me ayudaron en todo momento (mil gracias).
Con esto de las mil gracias, recuerdo que debo especial agradecimiento a mis amigos José Juan, Luisfo y Choche, sin los que no se si hubiera sido posible todo esto, pero seguro habría sido infinitamente más complicado, y sin duda alguna muchísimo menos divertido. Hemos tenido mucha suerte al poder estar con ellos en la playa.
También incluyo otro vídeo, el del primer manguerazo de vuelta, es que era más complicado meterme en una de las duchas de la salida, que enchufarme con la manguera del puesto, en fin…
Primer baño con vehículo anfibio
Yo diría que aquí empieza lo realmente divertido, amén de curioso. Me explico, en esta playa, en los accesos indicados para minusválidos, tienen unas casetas nada más entrar, con unos cuantos chavales muy majetes (los veréis cada día). En estas casetas disponen de los típicos vehículos anfibios, de colores llamativos, que como podréis ver son realmente útiles, para que alguien como yo llegue a la orilla y incluso se bañe.
Debo decir que hacía tiempo que no me bañaba en la playa. Y claro hacía tiempo que no me acercaba ni a la orilla, siendo mis viajes a la playa un enorme motivo de frustración. No se cómo expresar mi tremenda satisfacción con estos vehículos, estoy encantado, emocionado, sorprendido, fascinado… . En definitiva, estoy encantado porque este charrito ha cambiado mi manera de ver un viaje a la playa.
Yo siempre había pensado que estos vehículos, eran aportados por la cruz roja. Pero según tengo entendido, en este caso concreto, éstos han sido comprados por la mancomunidad de Islantilla. No tienen ningún coste, podrían ser de alquiler. La única limitación es de tiempo, suponiendo que exista otro usuario que lo solicite, uno dispone de el durante una hora y si alguien lo reclama, tras tu hora tienes que cedérselo.
Ahora bien, en esta semana, sólo hubo un día en que no estaba, ya que no tenía otro discapacitado. Ningún problema, ya que tienen uno de adulto y otro de niños, como yo soy muy poca cosa, ese día opte por coger el vehículo infantil, pero esto ya lo mostraré que está documentado.
En definitiva, como he dicho. Para mí ha supuesto un cambio importante en cuanto a mí percepción de lo que es la playa. Y para quien lo necesite, puede ser el motivo que le empuje a hacer este tipo de viaje, eso espero.
Me queda solamente dar un montón de gracias a todos estos chicos que trabajan aquí y conmigo se han portado de una forma fabulosa, me quitó el sombrero y chapo para ellos, otro motivo más.
El Cuartillo con amiguetes
Aquí os pongo unos vídeos en los que nos juntamos con unos cuantos amiguetes y sus hijos para acercarnos a un parque infantil cuyo suelo es de una especie de material algo gomoso, de tal manera que alguien con una silla de ruedas puede acceder perfectamente a los columpios, cosa que no pasa en la mayoría de las zonas con columpios de Cáceres.
Me explico, en la mayoría de estas, lo que colocan como base para que los niños se caigan y correteen, es una buena alfombra de piedras, con sus buenos cantos y esquinas, para que se abran bien abiertas las cabezas de los críos. Aunque no hay ningún problema, seguro segurísimo que alguien gana más pasta con ello, en fin, lo de siempre… . La cosa es que esta dichosa la alfombra no me permite avanzar con el handbike, por supuesto tampoco permite que avancen cualquier tipo de ruedas como los carros infantiles. Debo buscar en mis vídeos imágenes en las que muestro lo poco
accesibles que son este tipo de parques infantiles. Finalizo los vídeos mostrando cómo una vez más, mis amigos tienen que volver a echarme una mano para conseguir entrar en el coche, en fin algo que se empieza a convertir en rutina, claro está, una rutina muy necesaria para mí.