T’ayudamos

Este es el nombre de la ortopedia a la que acudo si no dispongo de mi amiguete Javier Romero (de que ya os he hablado llamándole mi mecánico de boxes).

Los vídeos los gravé en diferentes fechas, como se escucha en los audios, porque soy un poco desastre y gravé el primero, donde sólo aparecía Antonio y en mi afán de que también apareciera Valentín, por unas cosas o por otras, no acababa de grabar el segundo vídeo, lo que ha alargado mucho el momento de subirlos.

En ellos veréis las dos opciones de entrar, por una calle o por el centro comercial (si vas en silla por el segundo) y el local en sí. Aunque es más probable que acudan ellos a donde tú necesites.

Como ya abre dicho en algún momento, me temo que si algo necesitamos es mucha ayuda, con lo que la verdad es que el nombre que eligieron “ t’ayudamos “ le viene como anillo al dedo, desde luego trasmite que te van a dar eso que necesitas, ayuda. Y por mi experiencia eso es precisamente lo que obtienes, de quienes encontrarás en este negocio, regentado por Valentín y Antonio.

Y en este sentido, no hay muchas posibilidades para ir probando, tienes que solucionar el problema, seguramente cuanto antes mejor y no solucionarlo te va a poner en un aprieto importante, así que no dudéis ante el consejo que os de quien se haya encontrado con algo parecido y lo haya solucionado.

El mío es que recurráis a ellos, que responderán, y si no pueden solucionar tu problema (cosa que dudo), no os marearán la cabeza y os lo dirán, dando la opción de encontrar una solución adecuada sin perder el tiempo.

En esta ocasión, cubiertas

Otra de las ayudas técnicas que suelo necesitar con cierta frecuencia, es el cambio de la cubierta de mi handbike. Y como para tantas otras cosas, tengo buscado un sitio donde se ocupan de ello, este es “La bicicleta”. Creo que se trata de una franquicia de tiendas de bicicletas, porque otra de las ventajas que tiene mi batec (este modelo en concreto), es que la medida de la rueda (20”) permite encontrar cubiertas de bicicleta, lo digo porque hay otros modelos, y todas las demás marcas que conozco, que calzan una medida más pequeña de tal forma que es difícil encontrar las cubiertas que no sean de la propia marca, lo que generalmente encarece el producto.

Esta frecuencia de la que hablo, se debe principalmente, a que la tracción lógicamente delantera, ofrece una respuesta demasiado inmediata, debería ser un poco más suave. De hecho en la rueda encontramos un lastre a cada lado de dos kilos y medio, sumando cinco kilos, intentando que empuje más contra el suelo, precisamente para evitar que se desgaste de cubiertas, yo como podréis ver en los vídeos, le he añadido más lastre todavía colocando una mochila en el portaequipajes, donde he introducido dos discos de mancuernas, de cinco kilos cada una para que diez kilos más empuje en la rueda contra el suelo, lo que consigue evitar muchos patinajes de la rueda alargando la vida de la cubierta bastante.

Acabe encontrando esta tienda tras un largo periplo de mil tiendas diferentes, casi siempre de bicicletas, ya que lleva un sistema un poco complejo, que te obliga a tocar frenos para poder sacar la rueda, cosa necesaria para cambiar la cubierta. Todo esto hace que un simple cambio de cubierta, obliga al mecánico en cuestión a dedicar demasiado tiempo para algo que es tan poca cosa. Encima el resultado final tocando los frenos, no siempre es muy satisfactorio, cosa que se nota mucho en la conducción. Así que cuando encontré a alguien que me lo dejaba muy bien, siendo además un profesional treméndamente metódico y muy agradable al trato, lo vi muy claro y se convirtió en otro de mis mecánicos de confianza

Tercer día de playa

Esta es una buena definición de lo que fue el día, ya que sorprendentemente hacía tanto viento que no pudimos aguantar debido al frío, tuvimos que irnos.

En los primeros vídeos se ve cómo voy a la farmacia con Belén en mis piernas. La principal novedad de estos vídeos, es que le colocó a Belén la cámara de acción en la cabeza, de tal manera que convertimos esto en mi mundo en silla desde el punto de vista de una niña de tres años y medio, ya que ella mira a donde le parece.
Y vamos a la farmacia buscando apósitos hidrocoloides, me explico, en mi nueva configuración con una talla vesical, me pongo un tapón para bañarme, y lo mejor para disimular el aparato que me sale del bajo vientre, son estos apósitos. Son como una segunda piel, parecido a lo de las ampollas, pero en color carne, de tal manera que hace casi invisible lo que esté debajo de dicho apósito.

En los siguientes vídeos vemos un poco de playa, pero poca, que nos fuimos huyendo del frío. Y por último la llegada a los apartamentos, desde dos puntos de vista, el mío con la cámara en la cabeza, y el de Marta con el teléfono.

El segundo día de baño

Aquí os enseñó un poco como fue el segundo día en que, con un vehículo anfibio, y la ayuda de Marta, JJ y Choche. Nos metíamos en el agua. Hay un problema de sonido importante.


La cosa es que cuando metía la cámara en una funda, para protegerla de la arena y eso, no se escucha lo que digo, ni lo que dice la gente. De todas formas, a pesar de no entenderse nada, he subido vídeos que valía la pena, aunque sólo fuera por las imágenes, probablemente me ayudarán con ello y pondremos música a muchos de los vídeos con muy mal audio.

En este bloque de vídeos, he incluido alguno, para que se vea lo bien montado que están estos accesos para discapacitados, como el de los chorros para los pies.

El último de los vídeos, muestra un poco de normalidad vacacional, quedando con los amigos para la cena a la entrada al centro comercial. Hablo de esta normalidad, asemejándome a cualquier otro turista sin silla de ruedas, que queda con los amiguetes en las vacaciones. Un poco en la línea de mis intenciones para este bloque, básicamente demostrar que aún con la silla me voy de viaje y puedo disfrutar de ello como cualquiera, incluso mejor en ocasiones, ya que mi situación, en estas cosas, suele dar lugar a rocambolescos episodios, así que…

Primera vez que pido el anfibio

Coloco en este apartado por separado estos dos vídeos, en los que muestro el primer contacto real con el vehículo anfibio. Aquí enseño la primera vez en la que hago la transferencia desde mi silla y con la constante y necesaria ayuda de mi amigo José Juan (mil gracias), nos vamos a la orilla alabando las virtudes de este aparatito.

Creo que también se ve bastante bien el puesto donde cogíamos todos los días el anfibio, y aparece alguno de los (socorristas creo) que están a cargo de ellos e iré mostrando con los diferentes vídeos, que se portaron estupendamente y me ayudaron en todo momento (mil gracias).

Con esto de las mil gracias, recuerdo que debo especial agradecimiento a mis amigos José Juan, Luisfo y Choche, sin los que no se si hubiera sido posible todo esto, pero seguro habría sido infinitamente más complicado, y sin duda alguna muchísimo menos divertido. Hemos tenido mucha suerte al poder estar con ellos en la playa.

También incluyo otro vídeo, el del primer manguerazo de vuelta, es que era más complicado meterme en una de las duchas de la salida, que enchufarme con la manguera del puesto, en fin…

Presentación de Javier, mi mecánico de boxes

Este es Javier, mi mecánico de boxes! Me arregla las sillas y el handbike para que pueda seguir moviendome. Me ha hecho un montón de apaños que me han solucionado muchísimo la vida. Ya os los iré enseñando.

En esta ocasión ha tenido que venir hasta mi casa para solucionarme un pequeño problema en el handbike.